PONENTE/S: David Álvarez Prats y Óscar Carvajal Fernández
RESUMEN:
El uso de la Termografía Infrarroja (TI) en el ámbito
deportivo ha sufrido un importante avance y desarrollo en estos últimos años,
logrando en el deporte de élite una importante reducción de la incidencia de
lesiones.
El equipamiento de la TI consta de una cámara de infrarrojos
para la adquisición de las imágenes, que debe cumplir un estándar mínimo para
su uso en el campo de la salud, y de un software para el procesamiento de las
imágenes específico para uso clínico.
La termografía infrarroja capta el calor emitido por el
cuerpo y por tanto el reflejo vascular existente en la microcirculación de la
piel. La interpretación correcta de las imágenes va a aportar al profesional
datos fisiológicos sobre los procesos internos que están aconteciendo, como por
ejemplo, los procesos inflamatorios entre otros. Todos los procesos
fisiológicos internos que sufre un deportista y que son relevantes para un
fisioterapeuta en su proceso de atención clínica pueden ser registrados y
objetivados con la termografía infrarroja.
Se emplea como herramienta de valoración y diagnóstico
complementario a otras pruebas de imagen. También permite una monitorización
dinámica y estática a tiempo real del comportamiento fisiológico de los tejidos
sometidos a carga o entrenamiento, tanto sanos, lo cual tendrá una importante
repercusión de cara a la prevención de lesiones pudiendo modificar estrategias
deportivas y planes de entrenamiento, como lesionados, estableciendo un control
más exhaustivo del tratamiento aplicado por parte del fisioterapeuta.
Durante años los distintos profesionales del deporte han
buscado medios para cuantificar y objetivar sus tratamientos y mejorar el
diagnóstico y evaluación de sus deportistas. La termografía junto con otras herramientas diagnósticas,
como la ecografía, o la evaluación manual y/u ortopédica cubren este campo.
1. Valera Garrido F, Minaya Muñoz F. Fisioterapia invasiva 2ª Ed.
Barcelona, Elsevier España, S.L., 2016. Capítulo 8, Termografía en
fisioterapia; 249-262.