Aplicación de termografía infrarroja frente a COVID-19
La termografía es una prueba de imagen complementaria no ionizante, no invasiva, no dolorosa y que no requiere de ningún tipo de contacto. Ofrece datos
fisiológicos del comportamiento de los tejidos y puede
ser un gran recurso para los fisioterapeutas.
Fiebre y COVID-19
Aunque no todas las personas
infectadas por coronavirus presentan fiebre, lo cierto es que esta es uno de
los síntomas característicos de la COVID-19. De cara a la reapertura de los
centros y clínicas de fisioterapia en las próximas semanas, la termografía
puede ayudar a detectar a los pacientes con un estado febril con una gran
fiabilidad y, sobre todo, con seguridad tanto para el fisioterapeuta como para
el propio paciente al evitar el contacto.
La termografía infrarroja es una
prueba reproducible, exacta y fiable. Pero para que cumpla todas estas
cualidades han de seguirse de forma estricta los protocolos de aplicación. En
este caso lo que indica la normativa ISO/TR 13154:2017 sobre el uso de termografía para la identificación
de personas febriles, elaborada en 2009 tras la pandemia
por Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) y revisada y actualizada en 2017.
En esta normativa se contempla el
establecimiento de controles mediante termografía infrarroja en lugares de alto
tránsito de personas con el objetivo de evitar la dispersión de la enfermedad. Las
clínicas de fisioterapia pueden, en
algunos casos, son lugares con mucho
tránsito diario de pacientes (más de 50 personas en clínicas con equipos de 5-6
fisioterapeutas) donde puede tener sentido aplicar controles similares.
En el contexto de pandemia, el control de temperatura va a ser algo habitual en muchos lugares de
alto tránsito de personas con el objetivo de impedir el acceso a quienes
presenten un estado febril y evitar, así, la dispersión de la enfermedad. En
las clínicas de fisioterapia, sobre todo las de mayor número de fisioterapeutas
y consultas, son lugares con una afluencia considerable de personas y donde el
control de la temperatura será imprescindible para asegurar la seguridad de los
profesionales y los pacientes.
Factores técnicos y ambientales para realizar termografía de forma
fiable
Para hacer termografía y que esta
sea fiable hay que cumplir una serie de factores técnicos, relacionados con el
propio equipo tecnológico necesario. Pero también factores ambientales.
Hablamos, por ejemplo, del espacio donde tiene que realizarse. En la zona escogida la
temperatura no debe ser superior a 24° ni
inferior a 18°. El control de la humedad
también es importante, debiendo mantenerse entre el 20-30% y el 75%. Para la
iluminación del espacio donde se realice la termografía no deben usarse
bombillas incandescentes, pues son focos de calor.
Preparación del paciente para la termografía
Hay que tener en cuenta que la
exposición inmediatamente anterior del paciente tanto al frío como a la
radiación solar directa antes de realizar la termografía puede influir de
manera temporal en la temperatura captada.
Para realizar correctamente la
termografía del paciente, este no puede llevar ningún elemento en su cabeza o
rostro durante la toma de imágenes. Esto incluye las gafas e, incluso, la
mascarilla. Sí, la mascarilla genera una exhalación que cambia totalmente la
temperatura de la zona del canto mediano del ojo, lugar donde se realiza la medición.
La distancia recomendada para
realizar la termografía infrarroja es de entre uno y dos metros, medida que
coincide con la distancia de seguridad recomendada por las autoridades. Además,
es imprescindible que la cámara esté colocada perpendicularmente a la cara del
paciente y alineada con sus ojos. Para lograr la colocación correcta están los
bastidores.
La imagen del rostro del paciente
que se capte en la termografía infrarroja debe ocupar entre el 50 y el 75% de
la imagen que se ve en pantalla.
ROI para termografía frente a COVID-19
La región de interés (ROI, por
sus siglas en inglés) para la realización de la termografía para identificación
de posibles pacientes febriles es la zona medial del canto del ojo. Se trata de
una zona que está irrigada por la arteria supratroclear que proviene de la
arteria oftálmica y, por tanto, de la carótida interna, lo que la dota de un
equilibrio térmico.
Además, no está tan influenciada por el ambiente ni por la
termorregulación por lo que da bastante fiabilidad. Se ha demostrado que en esta zona
es necesaria una medición de entre 9 y 16 píxeles para obtener una alta
fiabilidad.
La presencia de un pixel a 37° de los píxeles unilaterales no representa absolutamente nada.
La presencia de 10, 16 o 35 píxeles bilaterales en la zona medial del canto del
ojo sí representa un estado febril del paciente.
Siempre que las mediciones de la
temperatura corporal del paciente obtenidas por termografía infrarroja den
valores inferiores a 37°, no habrá problema para tratar
al paciente, siguiendo el resto de recomendaciones oficiales en cuanto a
medidas higiénicas y de seguridad.
Para realizar estas mediciones con cierta exactitud deberemos comprobar con el fabricante el porcentaje de precisión de la cámara, uso de emisores térmicos externos constantes o conocimiento del error mediante test manuales publicados.
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https://youtu.be/Ey6iSosKUio