El uso de la termografía infrarroja ofrece al profesional de la salud una herramienta no invasiva, indolora e inocua, que permite una evaluación a tiempo real de la temperatura cutánea. Estas características hacen de la termografía una herramienta idónea en fisioterapia, ya que a través de la temperatura cutánea es posible detectar procesos fisiopatológicos relacionados con la sintomatología de nuestros pacientes y facilitar con ello la toma de decisiones al fisioterapeuta. Además, un aspecto muy interesante es que el conocimiento sobre los efectos térmicos cutáneos que se producen en patologías que afectan al sistema nervioso periférico, tanto autónomo como somático, puede hacer mejorar los efectos obtenidos con técnicas de fisioterapia invasiva. Sin duda, se trata de una herramienta que proporciona información valiosa en todas las fases del proceso de atención en fisioterapia, desde el diagnóstico de fisioterapia, la planificación, la intervención y la reevaluación, así como todo lo relacionado con la prevención o la reincorporación laboral o deportiva.
El curso de termografía en fisioterapia es una formación pionera dirigida al fisioterapeuta que surge de la integración de la experiencia clínica, la evidencia científica existente, el razonamiento clínico y que tiene una clara orientación clínica. La formación incluye una descripción completa de las bases de la termografía neuromusculoesquelética y de los mecanismos de termorregulación, de las características de las imagen térmica normal y en proceso patológicos (tendinopatías, lesiones musculares, articulares, atrapamientos de nervio periférico,…), así como de la técnica de aplicación y su utilización en diferentes procedimientos de fisioterapia (procedimientos termoguiados invasivos y no invasivos).